El bosque
En aquel susurro del espacio sin tiempo, donde la vida y muerte crean la fertilidad de la tierra. Tu abrazo se despliega, con las alas de todos los tonos de verde posibles; mi mirada no consigue encontrar un punto fijo que no sea inefable. Me miras con tus ojos de vida mientras te camino escuchando tu voz. En tu madriguera, donde me anidas cubriéndome con tu manto, y lloras al invierno entre la alegría y tristeza. En tu vientre me recojo, donde me nutres, mientras espero el siguiente vuelo.