El dulce y la sal
El río deja su dulzura para sumergirse en la sal del mar Después de un recorrido entre las rocas y ramas salteadas por el camino Recuerda el secreto de las las montañas. El frío del invierno, Las caricias del bambu Los momentos que bebió de la lluvía y la secura del verano con sed Su espíritu viajero se funde en una superficie donde no divisa su forma En ese intante donde el dulce y salado se une, el aire bosteza El mar lo absorbe en un gran abrazo, mientras con lentitud va desintegrándose en la sal Hasta la última gota donde el sabor es indescriptible.