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Mostrando entradas de diciembre 31, 2023

El dibujo del horizonte

  Y nos volveremos a encontrar con los cabellos largos, los ojos empanados en sudor y los pies en charcos.  Sin mirar atrás cuando el viento traiga el recuerdo y la boca sienta el azúcar en la sal.  Sin mirar atrás cuando la lluvia traiga razones y de las semillas nazcan frutos .  Lo que fuimos cuando el tiempo paró, lo que seremos, un dibujo en el horizonte

Como seria?

 ¿Cómo seria si te soltase, de que color seria la vida? Si el verde seria mas claro, soltando su clorofila o el azul del cielo mas oscuro, como cuando atardece. Me pregunto hacia donde va lo que crece y se expande como la copa de un árbol sin saber cual es su dirección. Como serian mis parpados, mas abiertos o mas caídos como quien lee un libro y quiere repasar la lectura con los ojos cerrados. Me pregunto como seria el tiempo sin las horas que tu llenas, como seria el horizonte sin las vacaciones compartidas. Como seria yo sin el espejo en el que miro mis emociones.... Cómo seria, cómo seria...en el fondo de mi taza  los posos del café, mirándolos  embelesada, me pregunto... ¿Cómo seria?

Me pregunto

 Me pregunto si una parte de ti elige tu destino o el destino es ese hechicero que te encuentra. Si hay un lápiz travieso que escribe tu historia mientras tu le narras otro estribillo. Sea lo que fuere, aquí estoy yo con un boli en la mano dando letras a un duende revoltoso y danzarín que tira las palomitas en mi camino. Me gustaría tener el listado de las lecciones aprendidas, supongo que no existe y que lo que saco es apenas un borrador con el que hago trampas y a veces borro con goma, en el que siempre dejo puntos suspensivos y palabras incompletas, el que lleno de tachones buscando la palabra cierta. Al final las historias hacia fuera no son mas que historias hacia mi misma: donde mis manos toman la pluma prestada de otras manos, pero al final y al cabo historias de amor hacia mi misma. Donde miro el monstruo de siete cabezas y le doy permiso a quedarse como espectador. Donde el miedo a no ser amada se hace añicos ante el poder de amarme.  Al fin y al cabo una historia de ...

La hoja

Si cada lagrima pudiese caer en la tierra fértil donde plantar un semilla y hacer crecer un fruto Y se pudiese observar a la oscuridad en la negritud de su belleza. Y si pudiera ver  los espacios en vez de las formas que los rellenan. Dejaría  de ver la tristeza en las lagrimas, el miedo en la oscuridad y la angustia del vacío. Sin vacío no hay espacio donde corre el aire, sin oscuridad la vida no se abrazaría en todo su misterio, sin lagrimas la emoción rebosaría de nuestro recipiente. En el silencio escucho el mundo y lo libero de adjetivos. Tomo una hoja, observo sus bordes, cierro mis ojos, allí en su tacto toda la verdad posible.

Donde los ojos se aquietan

  El espacio jugando con el tiempo, hacia aquel lugar donde unos ojos se aquietan en la estabilidad de la tierra. Con sus formas redondeadas y puntiagudas, cuenta su historia sobre el encuentro con el aire, la lluvia, el sol. Habla con la fuerza que la alza hacia el cielo. Su ropaje verde y marrón y su sombrero inclinado se alicatan con las nubes, recibiendo los últimos rayos del día. En un contorno undívago como si le salpicase el brillo de las olas de un mar. La montaña sin saber del pasado, presente y futuro. Se mueve con sus pasos enterrados hacia un espacio y forma impredecible.