El árido desierto
Cada noche, el cielo se llena de luces. En la oscuridad se abren las nubes, para recibir las lágrimas que se condensan en la próxima lluvia, dejando caer el alimento para una tierra sedienta.
Las estrellas se estiran para agarrarnos de la mano. Mientras una voz se apaga como una canción en silencio.
Al día siguiente el cielo grita su azul, mientras un pájaro deslumbra en su negrura, saltando entre el cielo y tierra, pestañea su movimiento en un punto negro.
Vuelan los pétalos de la margarita arrancada, llevando su aroma al árido desierto.
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